Firmar un contrato de luz debería ser tan simple como encender un interruptor. Pero, seamos sinceros, muchas comercializadoras juegan a esconder trampas en la letra pequeña. Y claro, cuando te das cuenta… ya te la han colado.

En Amboss Energía no hacemos malabares con los contratos. Pero te vamos a contar lo que sí hacen otros, para que estés con los ojos bien abiertos:

Duración mínima y penalizaciones por irte antes de tiempo
¿Sabías que muchas compañías te enganchan con permanencias de 12 o incluso 24 meses? Si decides cambiarte antes, te clavan una penalización. Y lo peor: muchas veces no te lo explican bien al principio.

Servicios adicionales que no pediste (y estás pagando)
“Servicio de mantenimiento”, “atención premium”, “garantía extendida”… Suena útil, pero a menudo son añadidos automáticos que nadie te preguntó si querías. Y ahí estás tú, soltando 5 o 10 euros más al mes sin saber por qué.

Revisiones de precio encubiertas
Algunas tarifas “planas” incluyen una revisión cada cierto tiempo. Y sí, sorpresa: suelen subir. Lo firmaste, pero en un párrafo con letra del tamaño de un ácaro.

Complicaciones para darte de baja
Una buena compañía te lo pone fácil para llegar… y para irte. Pero hay quienes te exigen llamadas, formularios, esperas eternas e incluso cartas certificadas. Literal. En pleno 2025.

Ofertas con trampa
Te ofrecen un descuentazo del 30%, pero solo durante 3 meses. Luego, el precio base es más alto que en el resto del mercado. Y claro, cuando te das cuenta ya has pasado la ventana de cancelación.

En Amboss Energía creemos en contratos sin trampa ni cartón. Lo que ves es lo que hay. Y si te quieres ir mañana, te vas. Aunque, sinceramente, esperamos que te quedes.